Miopía Mental II

La miopía mental, en segunda instancia y sometiéndola a un segundo análisis un poco más profundo.. haciendo algo así como una striptease de una cebolla.. se puede ver como una gran bola de pelos de gato, imposible de desenmarañar.. pero.. en instancias posteriores, quizás podamos transformarla en una primera vuelta de los palitos chinos, una primera vuelta existencial, donde pueda existir la posibilidad de encontrar un único palito que tenga la virtud de que, al sacarlo, todos los otros palitos se desenrieden y queden así liberados.

Los pelitos de gato son varios, a saber.. un individuo con baja autoestima, un trastorno de personalidad obsesiva-compulsiva, una personalidad adictiva, una relación absorvente con una madre autoritaria y castradora, un padre ausente o pasivo, una estúpida idea romantica y co-dependiente sobre el amor de pareja, escasez de amigos verdaderos, sensación de soledad, sensación de abandono, escasez general de afectos -a veces ni la propia familia los tolera-, fanatismo religioso o delirio místico, trastornos en el ámbito laboral, desocupación o incapacidad de retener un empleo, inestabilidad psico-emocional, poco control de las emociones negativas, represión sexual o virginidad patológica en adultos, imposibilidad de aceptar una negativa, altísimas expectativas sobre la vida, frustración recurrente, obstinación, despliegue de capricho infantil, inmadurez, ciclotimia, personalidad múltiple o maníaco-depresiva, adredismo, desviaciones ético-morales, y perversión.. todo esto camuflado detrás de una aparente personalidad amable y afable, anque también agradable.

Enumerados los componentes en toda su extensión, es entendible que quien sufra de miopía mental no encuentre fácil, e incluso a veces, viable, el hecho de resistirse a las pulsiones que derivan en los comportamientos patológicos. No deben presentarse necesariamente todos los síntomas, aunque hay casos extremos en los que esto sucede, y la expectativa de vida del paciente decae tremendamente, ya que estas personalidades suelen tener recurrentes y frecuentes fantasías e incluso intentos de suicidio, que por supuesto, no siempre, todos, son infructuosos. Es decir.. a veces tienen suerte y se matan..

Uno de los efectos colaterales o secundarios más dolorosos de la miopía mental -cuando falla el suicidio- es la pérdida continua de afectos. Ante el comportamiento abasallador y obsesivo del miope mental, los afectos se retraen cada vez más, generándose de esta forma un círculo vicioso que cada vez enferma más al paciente. La vivencia de múltiples círculos viciosos -ejemplos.. persecusiones y escapes de afectos y amores; sobredosis del componente adictivo (sea comida, drogas, alcohol, dolor, autoflagelamiento, pornografía, juego, etc) y posterior martirización por el desencadenado estado culposo que se calma nuevamente con el mismo u otro componente adictivo; generación de situaciones de rechazo afectivo para lograr la autovictimización del paciente y la consiguiente búsqueda del afecto y la nueva persecusión del objeto o sujeto del deseo que derivará en un nuevo rechazo; etc..- demuestran claramente la supremacía, dentro de la patología, del razgo de la personalidad adictiva. Este es el mayor componente subyacente a tratar de dilucidar en un caso de miopía mental.

Está claro que no estamos hablando de una patología sencilla, ni de diagnosticar, ni de resolver. Contadas veces el paciente alcanza a entender que existe algo que detona en él a una especie de otro. Contadas veces un miope mental pide ayuda e inicia un tratamiento psicológico, psiquiátrico o psicofarmacológico. Contadas veces el individuo compra una mascota sobre la cual ajusta todos sus desequilibrios emocionales. Estas contadas veces hay esperanza.

Pero.. desafortunadamente, la mayoría de las veces, el miope mental va por la vida impunemente, regando miseria, dolor y malestar a su paso. Reclamando infantilmente caprichos, imponiendo su volatil voluntad irrespetuosa y perversamente al prójimo, abasallando libertades, deseos y sentimientos. Desafortunadamente, la mayoría de las veces, no hay esperanzas, y el miope mental se convierte en un enfermo terminal, sentenciado a morir tempranamente, si no de manera física, al menos, y seguramente, de manera psicológica, social y emocional, convirtiéndose en un paria consecuencia de su propia (auto)enagenación.

-Continuará..-

Miopía Mental

Con el término miopía mental me refiero a esos momentos de la vida en los cuales, sin saber bien en que punto fue, empezaste a vivir una película que no era exactamente la película que estaban pasando, sino la que vos querías ver. Y no te importa más nada, ni nadie. No hay consecuencias, no hay después, no hay un otro, no hay vergüenza, no hay nada.. más que la vorágine mental propia, ese torbellino de voces que no para no para no para.. y cada vez te hace hundir más. No importa que la vida te grite que NO a la cara hasta dejarte sorda, vos tenés un SI tatuado en las corneas y es lo único que podés ver.. cómo si tuvieras los anteojitos del exacto color que se te cantó.. y eso te diera autoridad para afirmar y discutir que el mundo es rosa..

La miopía mental es una especie de mentira en cinemascope con anteojitos 3D, que al igual que la mentira convencional, también puede tener patas cortas. Claro.. eso siempre y cuando aún te quede un resabio de cordura en el marote.. y la pendulante pueda hacer, al menos durante un instante, un chispazo de sinapsis que te pueda sacar de detrás de la oscuridad del velo. Porque si tenés la desdicha de que la pelicula te venga en formato largometraje, no hay anteojitos recetados que te puedan corregir la visión. Y esto si que es complicado.. porque en momentos así, donde ya ni el cielo es cielo ni la tierra es tierra.. donde los días claros son todos grises desde detrás del velo de la insania.. uno nunca sabe cuan cerca puede estar de sumergirse en un frasco de pastillas o agarrar la 45 y metérsela en la boca..

Ahora.. venga en formato videoclip o tira diaria de 14 temporadas, en definitiva, la miopía mental no es más que la resignación del auto-control ante la personalidad obsesiva-compulsiva, que -una vez que se sumerge en el fango- no logra salir del torbellino de insatisfacción, dolor y autoflagelamiento al que la empuja la distorsión (mental) del mundo basada en su propia baja autoestima. La sensación primaria que rige es.. el mundo está contra mí! Y esto, como mínimo, es gracioso.. o notable, digamos, proque de gracioso nada. Digo que es notable ya que el delirio de persecusión en personalidades con autoestima rastrera, es tan irracional como el resto de la patología. Por qué?? Porque el colmo de un miope mental es creer que puede ser tan importante como para que el mundo esté en su contra.

-Continuará..-