Debo estar haciendo las cosas bien

Siempre tuve complejo de ser poco sociable y antipática. Hasta hubo una época en mi vida en la que la frase que más escuchaba era Ay.. yo antes de conocerte pensaba que eras una forra.. Y si.. desde lejos doy el tipo de antipaticona. Y un montón de características personales, fisícas y mentales hacen que parezca pedante, altanera, soberbia.. Pero quien entiende un poco de estas cosas, o quien se anima a mirar un poco mas de cerca, se puede dar cuenta velozmente que sólo se trata de máscaras, barreras, fortalezas que protejen mi vulnerabilidad.

Siempre tuve miedo a que me rechacen. Por eso preferí el odio a la indiferencia.

Pero los años pasaron.. y yo crecí.
=)

Hoy.. más allá de todas las caretas y los mambos, entiendo que a la gente no se la clasifica. Cada uno es como puede, como mejor le sale dadas sus circunstancias y capacidades particulares. Y no está en mí el derecho a juzgar a nadie.

Y hoy también.. paro el girar del mundo, me miro un ratito, y me digo que debo estar haciendo las cosas bien. Porque en el último año, además de conocer a personas maravillosas y hacer crecer relaciones antiguas y entrañables, he tenido la suerte de que vuelvan a mi vida antiguos amores y amigas, a endulzarme los oidos, a dejar atrás pasados adolescentes y a crear presentes adultos. Y así como alguna vez sentí que estaba todo mal porque los afectos me esquivaban, hoy siento que está todo bien.. y más, porque siento los reencuentros más fuertes que las relaciones nuevas. Porque las relaciones nuevas hablan de gente que se elije, si, pero los reencuentros hablan de gente que se elije una vez más. A pesar del tiempo, a pesar de las distancias, a pesar de lo pasado.. y a pesar de cada uno. Y también.. justamente, por el tiempo, por la distancia, por el pasado.. y por cada uno.

Y eso, para mí, es más que poderoso.