Pienso, luego.... tengo delirios de existencia.

Y también de escritora! ;)
Pasen, y vean....

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miércoles, 3 de febrero de 2010

Del Vacío Existencial y la Media Naranja

Hay gente que pasa por la vida sin hacerse mayores cuestionamientos.. El fondo de mi cerebro, velozmente, masculla un "Lucky Them!"
Hay otra gente que se cuestiona hasta el estado mismo de vigilia.. intuyendo una Matrix subyacente y nefasta, una realidad compuesta simplemente por un sueño eterno, gobernado por otros.. y todavía hoy no se muy bien cuanto hay, o no, de cierto en eso..
Las teorías existenciales sobrevuelan el día a día.. que el secreto, que la ley de atracción, que el destino, que el karma, que la justicia divina, que el libre albedrío, que el destino propio..
Nada sabemos, y suponemos todo.

Yo comulgo con muchas partes de muchas teorías.. pero completamente con ninguna.. Tengo mis propias ideas, mi propia película..

Creo entender algunos de los problemas con los que nos topamos a diario en nuestro dilema existencial.. creo tener la teoría, las soluciones, las formas, las explicaciones..
De entre todos los dilemas, me quedo con el del vacío existencial..

Me acuerdo que hace muchos muchos años, cuando yo todavía era una de esas personas afortunadas que no se preguntaban nada, de la biblioteca de la casa de mis padres siempre me llamaba "El ser y la nada" de Sartre. Hoy lo tengo en la biblioteca de mi casa, o quizas en mi mesa de luz.. pero todavía no leí ni una sóla página. Quizás hoy sea un buen día para empezar..

La nada, el vacío, la no materia, siempre me llamó la atención.
Desde el momento en el que, en el colegio, me enseñaron que la mayor parte de un átomo, es vacío, entedí que nuestra vida esta signada por el no ser.
Recuerdo pensar en aquel momento.. tercer, cuarto año de la secundaria? "Si el átomo es en su mayoría vacío, entonces, nosotros somos más vacío que materia!!"
Esa idea me revolucionó el cerebro.. después la vi, expresamente, o camuflada, en las grandes líneas de pensamiento de la humanidad.. Vaya sorpresa!!
La materia es sólo percepción.. el vacío es preponderante..

De ahí, a la idea de Dios y las religiones..
El vacío, la nada?, ocupa más lugar en el universo que todo lo demás.. de ahí que al principio sólo eramos un minúsculo grano de polvo.. que aun no se deja de expandir.
El vacío también está adentro..

Cuando nos empezamos a cuestionar la existencia, la de Dios, la propia, la del amor, la de la materia.. la del mundo!, empieza a surgir la posibilidad de ser parte de algo más grande.. visto desde la astrofísica es bastante lógico, venimos del mismo grano de polvo..
Desde la metafísica, también somos parte de algo más grande.. del todo mismo.
Quizás por eso tenemos siempre la sensación de que nos está faltando una parte.. y erroneamente sentimos, de bebés, que esa parte nos la brinda nuestra madre.. después nuestra familia.. y a medida que vamos creciendo, vamos transfiriendo esa capacidad a nuestros amigos, nuestros grupos de identificación, nuestro trabajo, nuestra pareja, nuestros hijos..
Le ponemos a las relaciones una carga existencial.. y la realidad no es así.. nuestra existencia sólo depende de nosotros mismos..

Tan arraigado está el concepto de falta, que el amor no se comprende si no es como el aporte de aquello que carecemos.. como el cuento de la media naranja..
Desde chicos nos enseñan que vamos a encontrar en nuestra media naranja a aquella persona que nos brindará la felicidad.. y nos cercenan la posibilidad de entender que la felicidad sólo nos la podemos brindar nosotros a nosotros mismos.. para después compartirla.
Nos enseñan un concepto de amor romántico que no nos permite desarrollarnos como individuos independientes y maduros. Nos enseñan un amor simbiótico, dependiente, demandante, y enfermo.
Nos cuentan un cuento donde finalmente viviremos felices para siempre, completitos, satisfechos, sin necesidades, sin fisuras.. cuando la realidad es que sólo hay falta.. fisura, necesidad, distancia, agujero, incompletud, deseo, anhelo, hambre..

Desgajarnos del todo supone un recuerdo, una memoria molecular que no nos deja olvidar que alguna vez estuvimos completos.. y sólo allí queremos regresar.. a la plenitud.
Ilusoriamente creemos que las relaciones, el auto nuevo, la casa con jardín, el ascenso, el desafío superado, la tarea cumplida, nos va a llenar.. pero la fisura invisible hace que, en poco tiempo, la falta aparezca de nuevo.
Y entonces ya no estamos enamorados.. porque el amor te llena, dijeron, y esto ya no está lleno. Porque la sensación de completud no dura.. sencillamente porque es ilusoria. No existe la ausencia de vacío. No existe la fusión con el otro. La distancia es eterna.. y el amor romántico es la peor enseñanza de nuestra cultura.

Amar, realmente, es entender que hasta el otro siempre habrá un abismo infranqueable. Es tender puentes para ir de visita.. pero saber que siempre hay que volver a casa.
Amar, realmente, es compartir el camino de la mano.. sabiendo que el otro tampoco está completo.. que al otro también le faltamos, y siempre será así.
Amar, realmente, es aceptar con amor esa falta.. entenderla.. y, si pudieramos, disfrutarla.

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