De la duda y la contundencia del NO

Qué se nos juega internamente cuando tenemos una duda? De que se trata exactamente esa duda?

Es evidente que ante la duda, la negativa no es una opción urgentemente válida, con lo cuál, como mínimo queda velado que no queremos renunciar a lo que sea que se nos presenta como elección. El NO es rotundo, contundente. Decir que NO es cerrar una puerta, y no abrir ninguna ventana.

Pero por qué entonces tampoco decimos que sí? por qué habitamos la duda? Cuál es la ganancia de quedarnos ahí? Sin decidir nada..

En la duda mantenemos todas las puertas abiertas, no tomamos partido, no arriesgamos, no elegimos, por lo tanto tampoco perdemos. Es un tibio lugar de pseudo-seguridad, es un stand by que nos permite no involucrarnos con nosotros mismos, es una fantasía de vida.

Por otro lado, decir que SI implica arriesgar, elegir, e indefectiblemente perder. Toda elección conlleva una pérdida, un luto, una renuncia, un dolor. Deja atrás un camino que jamás tomaremos, ni podremos saber como hubiera sido tomarlo.

Es bueno entonces, tener ésto presente. Sea cuál fuera la decisión, algo vamos a perder en el camino. No hay elección sin pérdida.

Y de esta forma, sólo resta evaluar, si aquello con lo que me quedo realmente vale lo que pierdo.

"Vale la pena".
No se puede vivir en la tibieza.