Hoy me dí cuenta..

.. mientras escuchaba otra conversación sobre el nuevo vehículo de uno de mis compañeros de oficina, la conversación número siete mil cuatroscientos veintiocho millones seiscientos tres mil novecientos quince sobre vehículos.. o motos.. o buceo.. o fútbol.. o computadoras.. o campeonatos.. o servidores.. o minas.. o..

And it hit me!

Vivo ocho horas diarias rodeada de estos nerds pseudo neanderthales, escuchando sobre sus problemas cotidianos con los chicos, con sus mujeres.. que la casa.. que el auto.. que las compras.. que el colegio.. que la mujer les choco el auto, de nuevo.. que el más chiquito está descompuesto y hay que retirarlo del cole, de nuevo.. que los médicos.. que la niñera se fue, de nuevo.. que esta semana me toca el pool.. que la colonia.. que mi mujer esté descompuesta, de nuevo, y no puedo venir a trabajar porque la tengo que cuidar.. que ahora está contracturada.. que no puede dormir.. que entonces nadie puede dormir.. que..

Hoy entendí que me llenan tanto la cabeza todos los días que ni siquiera necesito vivir mi propia aventura.. tengo vidas sustitutas en familias ajenas.

También entendí por qué elijo otro tipo de hombres, hombres distintos.. hombres sensibles, que no miren fútbol, que sepan pensar y hablar y discutir y escuchar, que sepan estar sin hacer nada, que no sepan todo de todo, que no quieran arreglar todo, que sepan cambiar roles, que sean vulnerables, que se animen a mostrarse confundidos, perdidos, temerosos.. que disfruten un buen vino, un buen plato.. que sepan compartir una peli, una canción.. un buen momento, hombres que tengan la capacidad de emocionarse sencillamente contemplando un paisaje, en medio de la bruma..